Saborear una taza de café.
Sentir mis emociones.
Tumbarme en la cama.
Notar cómo las gotas de agua resbalan por mi lengua y mis labios.
Mirar el cielo.
Notar el frío y el calor.
Escuchar la lluvia o el viento.
Masajearme la cabeza.
Acurrucarme con mi perra.
Comer chocolate saboreando cada mordisco.
Levantarme pronto y ver amanecer.
Observar una flor con detalle. O un árbol. O una manzana. O un vaso.
Regar las plantas.
Escuchar a los pajaritos cantar.
Bailar con consciencia.
Mirarme en el espejo.
Meditar.
Autoabrazarme.
El valor de lo simple. La vida está contenida en ello.
Ainara